análisis número no me acuerdo, parte 7


dicen por ahí que a los temores hay que enfrentarlos. ¿y a los ascos, a los moretones, a los pegotes de cinta con algodón? hay que mirarlos despacito, limpiarlos con alcohol, tomarse el alcohol que queda, hacerse un buche con la última gota de saliva que salga sin ser espesa, esperar que la jeringa se llene y se lleve otro poco de lo poco que nos queda. hay que enfrentarlo, hay que mirarlo de frente, aunque la vena se corra y la aguja se pierda dentro del brazo buscando la vena finita, la vena que no existe, la vena que se corrió o la vena que no era vena. eran venas, ahora transportan veneno, veneno que cura, que enferma, que saca, que se termina, que te mata, que te limpia pero barre con todo, veneno que hace bien, veneno que no querés ver, pero tenés que enfrentarlo, tenés que verlo, para creerlo, tenés que verlo, porque no creer es una cosa, no querer ver es otra, pero ver es la certeza, ver cómo se va llenando la jeringa te hace pensar en que hay cosas peores, en que hay que esperar, que todavía falta, que estás enferma, que todavía estás enferma, que te falta un diez porciento, que no te moriste, que es tu cabeza la que te puso ahí y que es tu cabeza la que te va a sacar de esa enfermedad de mierda, que todo se va, con la sangre, en la jeringa, a un laboratorio lejos, en el que quizá te clonen e intenten hacer una versión buenita de vos, aunque no exista, aunque no quieras creer. porque no lo viste.