round VI (28-IV)


llegamos temprano. o no me acuerdo. llené papeles, entregué las drogas, que por segunda vez antes de salir de casa las dejaba en casa. hay un antes y un después, antes de llegar y después de llegar. todo te da asco, hasta el sillón mullido, la cara del enfermero, del médico, de la recepcionista, de la gente vieja sentada ahí, esperando curarse como vos, como yo, de la enfermedad, de la cabeza no, nadie está sano de la cabeza. el goteo es cada vez más rápido aunque me espere la consulta en consultorio con gerónimo. hay buenas y malas todas mezcladas, terminé con quimioterapia, en unos veinte días no veo más a ningún doctor, tengo que ver a la otorrino, tengo que hacerme otro ecocardiograma, otra tomografía total con contraste, otra biopsia, otro análisis de sangre, otra nasofibroendoscopía, otra vez la misma mierda. ¿para qué? para empezar radioterapia. para colmo el hijo de puta de mi médico tiene el tupé de preguntarme porqué lloro, me compara con chacarita, boca y river. me contó que es la mejor manera de terminar con el tratamiento y volver a estar sana (por la enfermedad, de la cabeza no,  obviamente, eso no vuelve, no, no vuelve más, se fue, se perdió, lo escondí tan bien que no lo encuentro, debe estar abajo de la cama o en alguna de las jeringas o alguno de los sueros o en el pañuelo descartable que tiré en la basura el otro día). no puedo dejarte con ninguna célula mala, me dijo, porque todo empezó con una célula mala. fuckin' célula, quiero que te vayas. aunque te biopseen y no salga nada en ninguna de las cinco biopsias la enfermedad puede estar, está, pero no sale. es la manera más segura para que te cures ¿porqué lloras? porque no te aguanto, porque estoy recibiendo un tratamiento invasivo, porque no tengo venas, porque quiero llorar, porque no te aguanto, no te quiero ver más y tengo que verte el resto de mi vida, hijo de puta ¿porqué llorás? porque me quiero matar, porque quiero que todo termine. ¿vomitaste? tengo toda una página llena de vómito, llena de mierda, llena de (casi) todo lo que me pasa por la cabeza y no sale por la boca, llena de pestes, llena de letras que buscan destinatario, que quieren escaparse, pero quedan en la pantalla, estáticas, no se van, me miran, se burlan de mí, y saben que salieron de mí, mal paridas, como la enfermedad de mierda (la otra, la de la cabeza no, de esa ya me hice cargo, creo).